El paro laboral en las Grandes Ligas sigue estancado, tanto así que la Major League Basseball (MLB) y la Asociación de Jugadores (MLBPA) acordaron terminar 2021 sin más reuniones ni pláticas, acordando reunirse el próximo año para tratar de llegar a un acuerdo respecto al contrato colectivo.
A dos semanas de que los dueños de las franquicias de la Gran Carpa decretaron el paro de actividades en el beisbol profesional estadunidense, las negociaciones por las nuevas condiciones de trabajo siguen sin avances y así se quedarán por lo menos en lo que resta del año.
Ello porque ni los representantes de la MLB ni las de la MLBPA han querido ceder en sus posturas rumbo a la firma de un nuevo contrato laboral, lo que ha provocado que las negociaciones estén paralizadas; de hecho, desde finales de noviembre que no se sientan a conversar.
¿Cuándo terminará el paro en Grandes Ligas?
A lo que sí llegaron a un acuerdo fue que en lo que resta del 2021 no se sentarán a negociar, pues el representante de los peloteros, Bruce Meyer, envió a los propietarios una contrapropuesta, la cual no fue respondida por MLB.
Eso lo informó el periodista Evan Drellich, del The Athletic, quien además indicó que ya existe una nueva fecha puesta por ambas partes para sentarse a conversar sobre el nuevo vínculo contractual y reiniciar negociaciones: La primera semana de enero del 2022.
De tal modo, la huelga continuará en la pelota caliente de la MLB al menos por lo que resta del año, con todo tipo de actividades ejecutivas y deportivas suspendidas y con los Entrenamientos de Primavera en riesgo, en caso de no llegar a un acuerdo pronto.
Las Grandes Ligas iniciaron su primer primer paro laboral en un cuarto de siglo luego de que su acuerdo colectivo expiró y los propietarios bloquearon a los jugadores en una iniciativa que amenaza además el juego inaugural de la próxima temporada.
La medida, equivalente a una huelga según la ley laboral federal, terminó con la paz laboral en la MLB tras 9 mil 740 días en 26 años y medio.
Los equipos decidieron forzar la confrontación entre temporadas, en lugar de arriesgarse a que los jugadores lo hicieran en verano, como en 1994.
Las dos partes habían cerrado cuatro acuerdos consecutivos sin necesidad de huelgas, pero llevaban más de dos años encaminándose a esta confrontación.
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