Un atleta de la delegación de Uganda desapareció pocos días antes de que comience su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Lo último que se supo sobre Julius Ssekitoleko (levantador de pesas) es que estaba entrenando en Izumisano, una ciudad que se encuentra muy cerca de la prefectura de Osaka, al oeste de Japón.
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Se dieron cuenta de que el deportista de 20 años no estaba con el equipo porque no se presentó a entregar la prueba diaria de Covid-19.
Los organizadores fueron a buscarlo a su habitación y al ver que no estaba solicitaron la ayuda de las autoridades para localizarlo lo más pronto posible.
Las alarmas se encendieron, pues fue uno de los nueve atletas que estuvieron en asilamiento porque se contagiaron de coronavirus.
La delegación de Uganda llegó a la Tierra del Sol Naciente hace unas semanas, pero varios de sus integrantes tuvieron que realizar cuarentena porque dieron positivo en las pruebas que les realizaron en el aeropuerto, aunque demostraron que antes de realizar el viaje recibieron las vacunas de AstraZeneca.
El presidente de la Federación de Uganda de Halterofilia, Salim Musoke Ssenkungu, dijo en una entrevista con la agencia AFP que creen que Julius Ssekitoleko abandonó la concentración porque se enojó luego de que le notificaron que no participará en la categoría de 61 kg y que por “razones administrativas” estaría en la prueba de 67 kg.
“Si alguien viene pensando en que va a participar en la competición y recibe una mala noticia, evidentemente estará contrariado”.
Los atletas tienen prohibido salir de la ‘burbuja’ para visitar zonas turísticas, centros comerciales o bares y restaurantes.
EG