Un error infantil de Hiram Mier cambió los planes de Chivas y del técnico Víctor Manuel Vucetich. A los 31 minutos, con la pelota controlada en el medio campo, el zaguero regiomontano resbaló y permitió el contragolpe de Alberto Ocejo, quien, cara a cara con el portero José Antonio Rodríguez, marcó el 0-1 de los Guerreros en el Estadio Akron. Aunque no fue definitivo, sí pareció un derrumbe.
Una losa lo suficientemente pesada para el Rebaño que se olvidó de todo lo hecho en el primer tiempo hasta irse al descanso. No hubo nada que pudiera cambiar esa extraña sensación de vacío y de derrota. Y no sólo por el cambio en el marcador, sino también porque los rojiblancos, con Alexis Vega a la cabeza, habían mostrado argumentos para llevarse la victoria.
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En un parpadeo, sin embargo, Mier perjudicó a sus compañeros y oscureció el panorama. Tuvieron que remar contracorriente los elementos de Chivas, para seguir con vida en el partido. Hubo jugadas y remates desde larga distancia, combinaciones rápidas por las bandas, pero la figura de Carlos Acevedo se confirmó con un par de atajadas extraordinarias que le dieron la vuelta al mundo.
Sin margen de error, los dirigidos por Vucetich parecieron fallar en el momento menos oportuno. Hasta que apareció Jesús Angulo, al 75', y consiguió emparejar las cosas para dividir puntos en territorio tapatío. Un resultado que sabe a poco, pero que suma en la tabla de clasficación.
Con 13 unidades, siguen aspirando a conseguir un lugar en el repechaje, aunque con menos posibilidades que el resto al ubicarse en la antepenúltima posición del Guardianes 2021.
En el cierre del juego, el árbitro Fernando Guerrero detuvo las acciones por el reiterado grito de "Ehhh pu..." de los aficionados rojiblancos en contra de Carlos Acevedo.
AJ