José Abed, vicepresidente de la FIA, empresario hotelero e impulsor de la F1 en México, murió este jueves a los 82 años de edad, dejando un gran legado en el automovilismo y futbol mexicanos al fundar la Organización Mexicana de Automovilismo Internacional (OMDAI) y ser exdueño del Puebla.
El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, afirmó sentirse profundamente entristecido al saber que José Abed falleció, pues era una figura importante y caballero de la FIA que dedicó su vida al automovilismo en México y América Latina.
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Fue una de las piezas clave para que la Fórmula 1 tenga un Gran Premio en México, así como también su posterior regreso en 2015, luego de que en la década de los 70 fue piloto de autos turismo, modificados, estándar rallies y fórmula Ford.
Posteriormente, en 1985, fundó la OMDAI, organismo que representa a México en la FIA y fue uno de los principales responsables de traer la Fórmula 1 a nuestro país.
De 1986 a 1992 fue director de la Organización del Gran Premio de México Fórmula 1, luego de impulsar la carrera de Adrián Fernández.
Reconocido dentro del rubro de la construcción como fundador y miembro del consorcio Aristos, José Abed fue desde muy joven un apasionado de la adrenalina y la velocidad, por lo que incluso ya en el retiro fundó la OMDAI, donde como vicepresidente y posteriormente presidente dio representación a México ante el máximo órgano del automovilismo internacional.
Eso le permitió llevar a cabo eventos de talla mundial en el país, como el Gran Premio de México de F1 desde 1986 a 1992, así como el Campeonato Internacional de Prototipos al arranque de los 90.
Murió el impulsor de la F1 en México: José Abed
En la temporada 1995-1996, José Abed, quien al falleció repentinamente y al parecer de causas naturales, incursionó deporte que le era totalmente ajeno, el futbol, como dueño y presidente del Puebla, al que le cambió sus tradicionales colores para vestir al equipo de anaranjado, lo que generó polémica y descontento de parte de la afición.
Con los Camoteros llegó a disputar la semifinal del Invierno 1996, para posteriormente poco a poco retomaran sus colores en azul y blanco, tratando de congraciarse con la fanaticada, que aplaudió su salida del gremio en 1998 cuando vendió la franquicia al también empresario Francisco Bernat.
En 1998 fue presidente de la delegación mexicana que participó en el Mundial de Francia, siendo esa su última experiencia dentro del balompié, para así continuar su carrera como dirigente dentro del automovilismo.
En Puebla fue clave en la edificación del Autódromo "Miguel E. Abed" en el municipio de Amozoc, donde gracias a su gestión se pudo llevar a cabo el Mundial de Autos Turismo, así como la Fórmula 4 y la Fórmula E en fechas recientes.
En 2011 recibió la certificación como integrante del Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Mexicana, que respaldó la propuesta realizada por la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo.
EG