Los Philadelphia Eagles fueron recibidos este lunes en la Casa Blanca por el presidente Donald Trump para celebrar su título en el Super Bowl LIX, conquistado en febrero tras vencer a los Kansas City Chiefs. La ceremonia marcó un giro respecto a 2018, cuando el equipo rechazó la invitación durante el primer mandato del actual jefe de estado. Esta vez, la visita fue más distendida y contó con intercambios de elogios entre el mandatario y figuras clave del equipo.
Uno de los momentos más destacados fue cuando Trump alabó públicamente al mariscal de campo Jalen Hurts, calificándolo como un “tipo y un jugador fantástico”. No obstante, la estrella de las “Águilas” estuvo ausente durante la ceremonia, por lo que la Casa Blanca describió como un "conflicto de programación". Su silencio reciente en la gala TIME 100, donde evitó responder si asistiría o no al evento presidencial, alimentó especulaciones sobre su postura.
La jornada incluyó también un homenaje solemne en el Cementerio Nacional de Arlington, donde jugadores y directivos del equipo rindieron tributo a los soldados caídos. “Sacrificio, altruismo y disciplina” fueron los valores destacados por el dueño del equipo, Jeffrey Lurie, quien destacó la importancia de la visita más allá del fútbol.
Jugadores ausentes en la Casa Blanca
Jalen Hurts no fue el único en perderse el acto en la Casa Blanca. Otros nombres importantes del plantel campeón también estuvieron ausentes del evento, entre ellos los receptores AJ Brown y DeVonta Smith, así como el linebacker Zack Baun, los defensivos Brandon Graham y Josh Sweat, y el tackle Jalen Carter. Si bien no se dieron razones específicas para cada ausencia, el patrón llamó la atención en contraste con la participación plena de otros jugadores.
Estas no visitas revivieron recuerdos del boicot de 2018, cuando todo el equipo decidió no asistir a la residencia presidencial por diferencias con Trump. Aunque esta vez sí hubo representación oficial, la falta de varias figuras clave añadió una capa de ambigüedad a la relación del equipo con el actual mandatario y su entorno político.
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Barkley, golf con Trump y defensa del “Tush Push”
Quien sí se mostró entusiasta con la ocasión fue el recién llegado Saquon Barkley, corredor estrella de los Eagles. Un día antes del acto en Washington, fue visto jugando al golf con Donald en el club del expresidente en Bedminster, Nueva Jersey, tras volar juntos en el Marine One.
Barkley, consciente de la controversia, aclaró en redes que su presencia obedecía a un respeto institucional y no a una afiliación política, recordando que también había jugado con Obama.
Durante la ceremonia, el presidente estadounidense también se refirió al “Tush Push”, la jugada táctica que ha convertido a los Philadelphia en pioneros y que podría ser prohibida próximamente por la NFL. El presidente pidió que no se elimine: “Me gusta. Es emocionante y diferente”, afirmó, ganándose una sonrisa del entrenador Nick Sirianni, quien agradeció el apoyo presidencial en tono jocoso.