¡Un nuevo campeón resurge en el futbol americano colegial! Pese a la exitosa historia que Alabama ha protagonizado en las más recientes décadas, Georgia apeló a su favoritismo y venció a su rival en el Lucas Oil Stadium tras derrotarlo por 33-18, consagrándose como el campeón de la NCAA por segunda ocasión en su palmarés.
La primera polémica se dio antes de llegar a los dos minutos del cuarto inicial cuando los árbitros le quitaron un touchdown a Georgia, esto después de señalar un pase incompleto aún cuando la defensiva ya se había hecho presente en el marcador.
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Pese a ello, Georgia apeló a la defensiva de miedo que logró consumar a lo largo de la temporada para evitar la primera anotación de su rival, mismo que terminó su primera ofensiva con solo un gol de campo.
A partir de ahí, y tal y como se esperaba, las defensivas volvieron a demostrar de qué están hechas en el emparrillado a tal grado de no volver a permitir puntos durante los minutos restantes. Sin embargo, para el segundo cuarto los puntos volvieron a llegar antes de los 10 minutos con un gol de campo para ambas escuadras, lo cual maximizó aún más la labor de los defensores.
El partido defensivo se mantuvo a lo largo de este segundo episodio, mismo que terminó sin ninguna anotación pero que, no obstante, permitió un par de goles de campo que dejaron un marcador parcial de 9-6 en favor de un Alabama que comenzó a jugar como sabe en el emparrillado.
Georgia, campeón de la NCAA
Alabama pudo aumentar su ventaja con un nuevo gol de campo después de no lograr el touchdown; no obstante, la patada fue interceptada por la defensiva de Georgia, lo cual ocasionó que los aficionados saltaran de sus respectivos asientos.
El rival aprovechó esto y, tan solo unos minutos después, logró irse arriba en el marcador gracias al primer touchdown del compromiso, el cual se dio a un minuto para el término del tercer episodio.
Alabama respondió de inmediato con un acarreo brutal que apagó la alegría de la fanaticada rival; no obstante, volvió a carecer de rudeza a la ofensiva teniendo que conformarse con un nuevo gol de campo, el cual puso el 13-12 parcial a poco más de 12 minutos para el término del partido.
El momento más importante del duelo llegó en las jugadas posteriores cuando Alabama logró recuperar el oviode en territorio rival. A partir de ahí, los rojos se hicieron con el ánimo del juego y no solo lograron darle vuelta al marcador con su primera anotación de la noche, sino que además trajeron consigo la dosis de suerte que necesitaban al aprovechar los incesantes errores de Georgia.
El último episodio se encendió y Georgia le dio vuelta a la pizarra después de un brutal pase de más de 30 yardas que fueron aprovechadas para volver a liderar el marcador.
Desde ese momento, Georgia volvió a confiar en su defensiva para arrebatarle el balón a su rival y, una vez con este, no pensó en nada más que desgastar en el tiempo en su reloj, situación que logró para convertirse en el nuevo campeón de la NCAA después de sumar un par de touchdowns más a menos de cuatro minutos para el final del cotejo.
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AC