Tom Brady y los Buccaneers tuvieron que esperar hasta la última jugada para celebrar el triunfo 25-23 ante unos Giants que a punto estuvieron de forzar los tiempos extra.
David Jones estuvo cerca de cambiarle el rostro a los New York Giants, pero quisieron hacer hasta el final lo que no pudieron durante el encuentro. Quien sí lo hizo fue Tom Brady, aunque dejaron vivir a los de la Gran Manzana, que mostraron notoria mejoría.
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Los Buccs abrieron el marcador con un gol de campo. Después en su segunda posesión, por un fumble le dejaron el ovoide a los Giants para que anotaran el primer touchdown de la noche, con lanzamiento de Daniel Jones para Dion Lewis.
Ya en el segundo cuarto, Wayne Gallman acarrreó, encontró el hueco por el centro y los Giants aumentaron la ventaja antes de irse al descanso.
En el tercer cuarto apareció la segunda dupla con más conexiones de touchdowns en la historia de la NFL. Dentro de la línea cinco, en cuarta oportunidad, Brady miró y encontró en las diagonales a Rob Gronkowski para equilibrar el juego con la ventaja por un punto.
Después los Giants llegaron a 15-17, pero no fue sufiente. Los errores comenzaron a llegar, entre ellas un intercepción que le devolvió el ovoide a los Buccs en el último cuarto. Ahí vino el despegue de Tampa Bay.
Brady lanzó un hermoso arcoiris a zona prometida para que Mike Evans se quedara con ese pase y los Buccaneers le dieran la vuelta al partido.
Un intento de gol de campo les dio la ventaja por ocho puntos para hacer casi inalcanzable el juego a los Giants y su inofensivo ataque, pero Golden Tate tenía otros planes y recibió un pase de David Jones para dejarlos en oportunidad de conversión, pero Winfield Jr. llegó a evitar que Lewis atrapar ese intento y los Giants se quedaron con la derrota 25-23.
Con este resultado, Tampa Bay llega a un récord de 6-2, mientras New York se quedó con 1-7.
Para la Semana 9, los Buccaners recibirán a los New Orleans Saints, mientras Giants visitarán a Washington.
FDR