Ninguna historia de éxito es fácil y mucho menos la de este futbolista, que aunque jamás llegó a estar en la Selección Mexicana, de niño tuvo que abandonar su natal Juchitán, Oaxaca, para ser recibido en Ecatepec por unos familiares, dormir en la cocina y hasta pedir dinero para comer, para finalmente ganar 5 títulos de la Liga MX.
Canterano de Pumas, este futbolista logró 5 títulos de la Liga MX: El bicampeonato en el Clausura y Apertura 2004 con Hugo Sánchez como director técnico, además de otro título con los universitarios en el Clausura 2009 al mando de Ricardo Tuca Ferretti, el del Apertura 2007 con Atlante y con Tigres en el Apertura 2011, además de la Supercopa de México 2014-15 con los Camoteros del Puebla, aunque luego de tener que dormir en la cocina de sus parientes en Ecatepec y pedir dinero para comer.
Te podría interesar
Jugador exitoso, pero de bajo perfil
“Me siento muy contento de haber logrado 5 títulos de Liga MX, que no es nada fácil, con tres equipos diferentes, con Pumas, Atlante y Tigres”, dijo entonces este futbolista, quien se definía como un jugador de perfil bajo, alejado de los reflectores, pero que pese a ello fue muy feliz luego de haber salido de la nada, de dormir en la cocina y hasta pedir dinero para comer.
No obstante y pese a su historia de éxito, este futbolista que ganó 5 títulos de Liga MX no corrió con tanta suerte que otros integrantes de la generación dorada de Pumas como Gerardo Galindo, Leandro Augusto, Joaquín Beltrán, Joaquín del Olmo, Marioni y varios más, pues terminó ganándose unos pesos en el futbol amateur pues tras retirarse en Alebrijes de Oaxaca, cada fin de semana viajaba para jugar con Deportivo Aragón FC por mil pesos por partido y un premio de hasta 150 mil de la Liga Mayor A, que no obstante se repartía entre la plantilla, más un bono del misterioso dueño del equipo.
Pedía dinero en Indios Verdes para poder comer
Se trata de el inolvidable David Toledo, quien ilusionado por formar parte de las fuerzas básicas de Pumas, de niño abandonó Juchitán, Oaxaca, para ser recibido por unos parientes que vivían en Ecatepec y que le permitían dormir en la cocina sobre una vieja colchoneta. Todos los días se llevaba hasta dos horas para acudir a la secundaria y de ahí a los entrenamientos en La Cantera.
Ah, pero eso no era todo, pues en su trayecto David Toledo se veía en la necesidad incluso de pedir dinero en la parada del Metro Indios Verdes, con el que se compraba una torta para tener algo en el estómago. Ya en su adolescencia fue recibido en la Casa Club, donde la vida le cambió hasta convertirse en todo un ganador.