A Cruz Azul le cuesta arrancar. Es el campeón, pero no el equipo dominante que fue en el torneo pasado. Después de siete jornadas, el equipo de Juan Reynoso ha vuelto a sufrir los partidos más que a disfrutarlos. Para ejemplo, el que empató esta noche en el Estadio Azteca ante el Pachuca (1-1).
La Máquina, titubeante y con serias dudas en su accionar, empezó el partido perdiendo con un autogol de Yoshimar Yotún (23'), quien, en su afán de despejar un centro por izquierda de los Tuzos, terminó empujando la pelota en su propia portería.
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A partir de entonces, como le ha ocurrido en anteriores encuentros, el vigente campeón del futbol mexicano empezó a sacar fuerzas desde el coraje y el amor propio. No porque no lo tuviera con el peruano Reynoso, sino porque con eso ocultó las debilidades que ha mostrado su juego hasta estas alturas del torneo.
La charla del vestidor cambió el panorama para los jugadores celestes. Algo dijo o reclamó su técnico que La Máquina mostró una nueva actitud para conseguir el empate. Así, con la guarda arriba, Santiago Giménez aprovechó un error del portero Óscar Ustari y metió un zurdazo hasta el fondo de las redes (59').
Los Tuzos habían sido superiores en el primer tiempo. También en algunos lapsos del segundo, pero no les alcanzó para llevarse los tres puntos a la Bella Airosa. Mucho por el error de Ustari en el gol de Giménez y otro tanto por las atajas de Sebastián Jurado, quien respondió efectivamente bajo los tres postes.
El empate llevó a Cruz Azul a la séptima posición del Apertura 2021 con 10 puntos, producto de dos victorias y cuatro empates; mientras que los hidalguenses llegaron al décimotercer puesto con sólo siete unidades.
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AJ