Cruz Azul y América olvidaron los goles. Ninguno de los dos pudo mostrar algo más, para marcar diferencia. A La Máquina le faltó velocidad, vértigo y mayor profundidad en el ataque. En cambio, las Águilas, obligadas por las lesiones (perdieron a Emanuel Aguilera, Sebastián Cáceres y Guillermo Ochoa), intentaron llevó el juego a otro ritmo, pero no pudieron superar el orden de su rival.
No pudo Santiago Giménez, pese a su voluntad de ser el referente de los locales; tampoco Jonathan Rodríguez, con todo ese carácter que lo caracteriza. Faltó el gol, porque faltaron ellos. Como faltaron también Henry Martín y Giovani Dos Santos, desaparecidos en gran parte del juego.
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Dos jugadas quedaron en medio de la polémica: un supuesto jalón en el área de Santi Giménez sobre Dos Santos, en medio de un tiro de esquina. Y el derribo del portero Óscar Jiménez sobre el uruguayo Ignacio Rivero, a unos pasos de la portería. En ambas, el árbitro Jorge Antonio Pérez Durán decidió seguir las acciones y no acudir al VAR como herramienta de apoyo.
El empate entre ambos dejó a La Máquina con 26 puntos, uno menos que el nuevo líder León; y a las Águilas con 24, en el tercer puesto, por encima de Pumas. Pero, sobre todo, la decepción de dos aficiones que se jugaban el orgullo en las calles y cerraron la noche sin goles ni victorias.
AAH