Saúl Álvarez ya se encuentra en Arabia Saudita, país que albergará su próxima pelea ante el invicto William Scull. El pugilista azteca aterrizó con tiempo suficiente para adaptarse al horario y cerrar los últimos detalles de su preparación física de cara al combate programado para el sábado 3 de mayo.
El recibimiento del campeón unificado tapatío fue digno de una estrella. Al llegar al país árabe, “Canelo” fue recibido por figuras locales de gran relevancia, incluido un jeque que lo esperó con un ramo de flores y un despliegue que refleja la magnitud del evento. En redes sociales, el propio Turki Al-Sheikh compartió un video del encuentro, donde incluso se dio el gusto de intercambiar unos golpes amistosos con el mexicano, lo que generó risas entre los presentes.
La pelea ha generado expectativa tanto en México como en Estados Unidos, por lo que el horario fue cuidadosamente planificado: aunque se desarrollará en la madrugada del 4 de mayo en Arabia, arrancará a las 11:00 p.m. hora local para coincidir con los horarios estelares en América.
Un recibimiento a la altura del campeón
Desde su llegada, el oriundo de Guadalajara ha sido tratado como un invitado de honor. Arabia Saudita ha demostrado una vez más su intención de posicionarse como un nuevo epicentro del deporte mundial, y el boxeo no es la excepción.
La escena del recibimiento, con flores, cámaras y un encuentro distendido con Al-Sheikh, ha dado la vuelta al mundo. Incluso hubo tiempo para que el propio jeque mostrara sus "habilidades" en el cuadrilátero improvisado, en una escena que hizo reír a Canelo y se viralizó rápidamente en redes.
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Este ambiente distendido contrasta con la seriedad del reto que representa William Scull, quien llega invicto y con el hambre de derribar al ídolo mexicano. Canelo, sin embargo, luce tranquilo y confiado, sabiendo que cada presentación suya trasciende lo deportivo y se convierte en un espectáculo global.
El contrato millonario que lo cambia todo
Más allá de lo deportivo, el acuerdo entre Álvarez y la promotora en Arabia marca un antes y un después en la industria del boxeo. Aunque no se ha revelado la cifra exacta, fuentes cercanas aseguran que el mexicano ganará alrededor de 80 millones de dólares por cada pelea que dispute en tierras árabes.
En total, firmó un acuerdo para tres peleas en Arabia y una más en Las Vegas, lo que podría generarle ingresos cercanos a los 400 millones de dólares (8 mil 10 millones de pesos mexicanos), sin contar patrocinios ni derechos de transmisión.
