Hay una pugilista que comenzó practicando boxeo en el barrio por defensa personal cuando se encontraba en su adolescencia y algo que comenzó por seguridad, luego se convertiría en una historia de éxito, pues ahora es un icono del deporte femenil mexicano.
Se trata de Mariana la ‘Barby’ Juárez, quien es una de las mejores boxeadoras mexicanas y una de las que abrió paso a las nuevas generaciones en sus inicios, pues para lograr llegar al éxito tuvo que derribar varios obstáculos, por lo que el camino no fue nada fácil.
La Barby es una ex campeona mundial de dos divisiones, pues ostentó el título de peso mosca femenino del CMB de 2011 a 2012 y el título de peso gallo femenino del CMB de 2017 a 2020. Fue en 2020 cuando fue clasificada como la segunda mejor peso gallo femenino activo del mundo, además de la novena mejor femenina del mundo activa por The Ring.
Así fueron los inicios de la Barby Juárez en en boxeo
Mariana la ‘Barby’ Juárez cuenta con un total de 72 peleas, en las cuales registra 55 victorias, 19 de ellas por nocaut; 13 derrotas y cuatro empates, pero antes de lograr todo su éxito deportivo, tuvo que derribar varios obstáculos, pues salió del barrio y comenzó practicando boxeo por defensa personal.
La pugilista es nacida en la Ciudad de México, en el Pedregal de Santa Úrsula y relató que decidió comenzar a practicar boxeo por defensa personal, debido al peligro de las calles, sin embargo, este deporte se convertiría en su gran pasión, aunque no fue nada fácil el camino, ya que cuando inició no existía la rama femenil y tuvo que pelear contra hombres.
Mariana Juárez tuvo que soportar machismo, misoginia, groserías y múltiples situaciones más para poder cumplir su sueño, incluso, el apodo de la ‘Barby’ viene de un momento de este tipo, cuando en una pelea en Cancún unos turistas apoyaban a su rival y le gritaban “pégale a esa muñeca”, haciendo referencia a que no tenía pinta de boxeadora, pues lucía “delicada”.
Con el paso de los años, la Barby Juárez tuvo que lidiar con pelear contra hombres, por lo que forjó un buen carácter y tuvo su debut profesional el 22 de mayo de 1998, cuando consiguió su primera victoria por nocaut en el segundo asalto sobre Virginia Esparza y ahí comenzaría la historia de la que ahora es un icono del deporte femenil mexicano.
