Lunes 19 de Febrero 2024
BOXEO INTERNACIONAL

Fue el campeón más duradero de su categoría como el Bombadero de Detroit y acabó en un manicomio

La dramática historia de este peleador traspasó fronteras y, aún con el paso del tiempo, no se olvidan sus grandes proezas, pero tampoco su lamentable destino

Hemingway escribió sobre él..Era tanto su poder, que todo el mundo refería su boxeoCréditos: Especial
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En los tiempos donde la televisión no conocía los colores en sus pantallas, hubo un peleador pionero dentro de la lucha por la igualdad racial, pero sobre todo con puños llenos de pólvora que le dieron el mote de El Bombardero de Detroit, quien fue el  campeón más duradero dentro de su categoría, pero el final de sus días los pasó en un manicomio. Se trata de Joe Louis.

Eran los tiempos de la segregación racial en Estados Unidos, donde Louis siempre buscó la forma de hacerse valer pese a su color de piel. Encontró en el boxeo la oportunidad de golpear a blancos sin ir a la cárcel. Eso lo convirtió en un símbolo para los afrodescendientes y se ganó el respeto incluso de los aficionados que no eran de color en el boxeo.

¿Quién fue el Bombardero de Detroit? Un campeón duradero que acabó en el manicomio

Nació el 13 de mayo del año 1914 en Alabama, pero la pobreza obligó a su familia a mudarse a Detroit. Su padre era recolector de basura, pero fue en ese cambio de ciudad donde Louis tiene su primer contacto con el boxeo. Según su biografía en la web oficial del peleador, "Louis había adquirido el instinto y la ira de un verdadero luchador, incluso en medio de los males de la discriminación racial y la intolerancia".

Louis salió victorioso de las 27 primeras peleas que disputó, cuatro de las cuales ganó en nocauts. Con 20 años de edad, ganó los Golden Gloves (concurso de boxeo amateur iniciado por Arch Ward, editor deportivo del Chicago Tribune), como peso semipesado, momento en el que se convierte en boxeador profesional, ganando doce concursos durante ese primer año.

En la primera gran pelea que tuvo se enfrentó a Max Baer, a quien mancó a la lona en el cuarto round. El poderío y majestuoso triunfo del boxeador hicieron que el escritor Erns Hemingway calificara esa victoria como "El espectáculo público más repugnante fuera de un ahorcamiento público que jamás haya visto". 

El 19 de junio de 1936 se enfrentó a Max Schmeling, un peleador de origen alemán que le atizó su primera derrota, en el 12 round. El golpe dejó a Louis decepcionado de su boxeo, pero sabía que podría vencerlo en una nueva pelea, por lo que comenzó una rivalidad encarnizada, en donde el Bombardero pidió: "No quiero que nadie me llame campeón hasta que venza a Schmeling". 

La victoria del alemán quiso ser aprovechada por Adolf Hitler, quien ya en la cima de la Alemania Nazi, buscaba mostrar en cada oportunidad el poderío de la raza aria, pero el boxeador no le siguió el juego y decidió pelear nuevamente contra Louis, en un evento llamado Bum of the Month, en la que Louis bajó los ánimos de Hitler al ganar esa segunda pelea.

Su retiro se dio contra Rocky Marciano, quien lo venció en Las Vegas. Fue el propio peleador quien lloró pese a su triunfo, pues había mandado al retiro a Louis, quien era su ídolo. 

Louis ganó cerca de 5 millones de dólares en su carrera, pero a los 37 años ya no tenía ni un sólo peso, esto debido a que se los retiró el fisco. Por ello tuvo que ganarse la vida en un casino de Las Vegas, donde fue anfitrión y encargado de relaciones públicas. Pero sus días terminaron en un manicomio, donde fue internado, aunque la causa de su muerte fue un ataque cardiaco. 

Ronald Reagan, ex presidente de Estados Unidos, se encargó de todos los tratamientos de salud de Louis, así como de los servicios funerales el día de su muerte.